MANTEQUILLA, MANTEQUILLA, MANTEQUILLA!

Definitivamente, creo que no existe nada mejor que la mantequilla. 

Doy gracias a ese personaje, que un día, dejandose llevar sus pensamientos, no presto total atención a sus labores, cometiendo el error de crear la mantequilla...El error de agitar demasiado la nata de la leche.

Es increíble como este producto se ha convertido en la base e ingrediente principal de la mayoría de exquisitos platos con acento francés.

No solo se ha convertido en un ingrediente imprescindible, sino que ha sido motivo de inspiración de teorías económicas, elemento indispensable en frases de película y hasta el argumento selectivo de la búsqueda de la pareja perfecta...Y quien no ha querido encajar tan bien en la vida del otro, como el pan y la mantequilla. 

Con decir, como pan y mantequilla, no hace falta añadir nada más...sobran palabras y en nuestro subconsciente aparecen nuestros sentidos.

Si señor, no hay nada mejor que la mantequilla y los franceses saben bien al respecto.

Francia tiene las condiciones geográficas y climatológicas perfectas para formar las mejores herramientas a tener en cuenta en la elaboración de la mantequilla: los pastos y la leche de las vacas francesas. Porque de la mejor materia prima, sale la mejor leche y consecuencia de ello, la mejor mantequilla.

Es curioso que para la elaboración de estos lingotes de oro culinarios, las Laiteries (Lechería en Francia) utilicen los métodos ancestrales, como la mantequera de madera, como usa la Laiterie de Echire, o como ellos prefieren autodenominarse, Le Beurre du France, traducido, La Mantequilla de Francia, todo un sello de identidad y orgullo para esta región privilegiada que ha traspasado fronteras a golpe de alabanzas y demandas.

Podemos hablar de muchas Laiteries en Francia, yo voy a recomendar una sola, Isigny St. Mare, en mi opinión la mejor: su ubicación frente al mar, los toques de salinidad, tu tienda on-line, sus quesos...¡Tiene todo a favor! Toda una exquisitez, producto y consecuencia de una ubicación única y singular.

Si quieres conocer y degustar en primera persona alguna de las mantequillas francesas más exquisitas, podéis visitar la página web del supermercado gourmet más exquisito: www.lonpre.es

No solo podéis encontrar mantequillas, sino toda clase de productos gourmet, con la mejor calidad y garantía, acompañado de ese aire de lujo, que a mi particularmente me gusta tanto.

A continuación voy a dejaros mi receta de Bollitos de Mantequilla, porque no olvidemos que la protagonista de este post es ella, la mantequilla, y no hay en esta vida mejor combinación que el pan y la mantequilla, y por ello, esta receta:

INGREDIENTES

500 gramos de Harina

200 ml de Leche

2     Huevos

10   gramos sal

55   gramos de azúcar 

25   gramos de levadura fresca

250 gramos de mantequilla

1.  En un bol o recipiente de vuestra amasadora, si tenéis, mezclamos la leche  templada y la levadura hasta que estén totalmente integradas.
2. A continuación, vamos añadir el resto de los ingredientes, exceptuando la mantequilla, que la dejaremos hasta el final a temperatura ambiente. 
3. Vamos amasando los ingredientes, viendo que va necesitando la masa. Debe de quedar una masa pegajosa, si habéis utilizado vuestra amasadora, debe de quedar una masa pegada en el centro que se despega en los laterales. 
4. Con las manos enharinadas sacamos la masa del recipiente y dejamos reposar entre 30-40 minutos, tapada con un paño, a temperatura ambiente. 
5. Pasado este tiempo, empezamos a trabajar nuestra masa y estiramos con ayuda de un rodillo. La intención es hacer una cruz con la masa, en la que la parte del centro este un poco más gruesa y no tan estirada como las puntas. Esta técnica es la utilizada en la elaboración de los auténticos croissant. Podéis buscar más información al respecto. 
6. Una vez realizado, colócanos la mantequilla a temperatura ambiente en el centro y la envolvemos con las 4 puntas. Y ahora, para mi, empieza lo mejor, vamos a amasar nuestra masa rellena con las manos. Vamos a pringarnos mucho, que me encanta y vamos a trabajar con ella hasta que quede uniforme, ayudándonos de harina para que quede una buena textura. 
7. Envolvemos nuestra masa en papel transparente, y dejamos en el frigorífico. Lo ideal es dejarla unas 8 horas. En mi caso, deje reposar 2 horas, ya que necesitaba hornear para que estuvieran listos para la cena. 
8. Pasado el tiempo, sacamos nuestra masa, dividimos en 4 trozos. De cada trozo van a salirnos 2 Bollitos de buen tamaño. Daños forma de bola y colocamos en la bandeja del horno, añadí a la superficie unos granos de sal gorda y un poco de pimienta encima de cada uno y previamente los pinte con un poco de huevo batido con un chorro de aceite. Tened en cuenta no olvidar el papel de horno, y dejamos reposar cubiertos por un paño unos 30 minutos. 
9. En este tiempo vamos a precalentar el horno a 180 grados. 
10. A continuación, vamos a hornearlos unos 30-35 minutos. 
11. Mientras hornean nuestros Bollitos, vamos a preparar un almíbar simple, agua y azúcar a hervir, tirando más a agua muy azucarada caliente que a almíbar. 
12. Cuando nuestros Bollitos están listos, y aún calientes echamos el almíbar por encima, empapándolos y dejamos reposar y enfriar antes de servir. Aunque templados son una delicia.

Resultado, una masa suave, esponjosa y con ligero toque dulce. Ideales para desayuno o simplemente para deleitares con su sabor.





Bollitos recien terminados de hornear



Yo, los hice para acompañar la cena y prepare unas hamburguesas de cerdo ibérico con jamón y queso de tetilla.



Mes Salutations!

Mom, Petit, París!